EL DÍA DEL PATRIMONIO, ÚNICO PARA REALIZAR FOTOGRAFÍA CALLEJERA.

EL DÍA DEL PATRIMONIO, ÚNICO PARA  REALIZAR FOTOGRAFÍA  CALLEJERA.

Uno de los grandes problemas que tiene un fotógrafo callejero en formación, es sacarse de encima los prejuicios de recorrer la ciudad, en un principio nos da miedo todo, andamos perseguidos por el aire, escuchamos pasos, si parece que anduviéramos en una casa embrujada, y es natural no estamos habituados al medio que nos rodea, las nuevas generaciones son felices con el computador y el celular en las manos, yo no tienen la personalidad de nuestros padres, les da miedo hablar en público, entones al escribir uno debe encontrar esa manera de traspasar conocimientos de manera simple y sencilla,  cosa de que los principiantes de apoco mejoren y pierdan esos  temores típicos, de cuidar la cámara en la urbe como si fuera un hijo, con tres correas a falta de una para que no les roben la caja negra, y entre esos cientos de factores, hay uno que es muy importante, sentirse parte del mundo, ser uno mas en la muchedumbre, pues bien como lograr eso, en el día del patrimonio esta la respuesta, todos andamos en busca de entrar a edificios antiguos, y visitar lo que nunca en el año está abierto al público, muchas veces tuve el desafío de inmiscuirme entre la masa, y eso lo realice en la Estación Central de trenes, ese día fue “sensacional”, llegamos a las 9.00 hrs. de la mañana  y había una cola que no se la imaginan, mas de 1000 personas para poder recibir una entrada que les diera paso a subir al tren del recuerdo, pero luego de unos minutos no eran mil eran miles  y miles de personas, seguíamos en la cola con Catalina, porque ya estábamos ahí, no existía forma de dar pie atrás,  entonces entre tanta espera y pérdida de tiempo, decidí hacer muchas fotografías, incluso capture un fantasma, pero esa es harina de otro costal, recuerdo que la primera toma fue hecha al revés, a veces cuando uno hace  lo contrario, es para soltar los músculos, variaciones sensoriales, te desenvuelves mejor  y así fue, aquí va la primera toma…

Pero Santiago es mágico, frente a los ojos de un soñador de imágenes,  no necesite tirar fotos como si el mundo se fuera acabar, era buscar ese momento justo, a lo lejos divise a un abuelito subiendo las escaleras del metro, con dirección a las boleterías, y recordé esa antigua técnica para ocultar la cámara, baje la caja hasta la altura del ombligo y dispare, a sabiendas de que la toma saldría a contraluz, pero el momento fue único porque el señor sale iluminado por un rayo solitario, ocupando a la vieja escuela como guía, nadie sabe para quién trabaja: en la captura de esta imágenes juega un valor agregado la sorpresa, los datos técnicos pasan a tercer plano, es tan solo el momento.

Catalina Schopf-Manuel Venegas
Todos los escritros y fotografías estan bajo registro propiedad  intelectual 13 de Agosto 2015 nº 256200, Santiago de Chile