PRÓLOGO DE UN LIBRO NO REVISADO,
PERO QUE SI ESTA REGISTRADO
Santiago Mágico, callejeros
capitalinos, es
un gran trabajo original de Manuel Venegas Bonilla, el mago detrás del lente que da origen a un Santiago que nadie
ve y que sin embargo nos acompaña a diario,
una ciudad que para llegar a
descubrirla como “nueva” tuvo que salir
de su área de trabajo de confort y recién entonces descubrir en terreno como
hacer ciertas observaciones curiosas que luego lo llevaron a imaginar y ver la
ciudad con otros ojos, sacando conclusiones básicas primero, como por ejemplo
que la gente está acostumbrada a las fotografías tipo postal donde están todos
felices y más ahora con la moda de las “ selfies”, y la verdad es que no está
equivocado, estamos llenos de imágenes felices, pero ¿qué pasa cuando la cámara
ya no nos está apuntando?. Es cuando baja el lente y se logra agudizar la mente
cuando se ve lo que nadie ve y quizás a muchos le chocarían la cantidad de fotografías y escenarios desafortunados que tiene la gran
“Stgo-city” inclusive ahí a solo pasos donde alguien
unos minutos antes se sacara una de esas imágenes sonrientes. Pero también hay
momentos, días en los que la ciudad pareciera ser un desierto y son los que más
se han disfrutado en este trabajo de Manuel Venegas, el trabajar con la usencia
y dejarse vivir en la soledad, donde nadie lo ve y puede ser o no ser
elevándose en la magia del silencio siendo el solo luchando contra la ciudad y
el viento entre sus muros extraños ahora sin el mar de hombres que camina
mecánico cada día.
Por la vereda opuesta también encontramos imágenes de la ciudad en su alocado
andar, con personajes anónimos que circulan por las calles embelesados en sus
propios mundos. Muchos de ellos con un
gran saco de problemas al hombro y otros que no tienen tantos problemas pero se
sienten con una montaña sobre ellos, de pronto la imagen de gente que anda de
lo mas “relax” por la vida mientras un anciano ve pasar los minutos y los
segundos sentados en alguna banca del centro de la ciudad.
Santiago es más que edificios y calles, es una masa latente de individuos
clamando vida y los que la tienen pidiendo motivos para no perderla. Santiago
Mágico es la invitación perfecta para salir a explorar la ciudad con otros
ojos, con los ojos de un lente curioso que quiere encontrar lo que nadie
encuentra en una imágenes como muchas pero única a la vez.
La fotografía no es rutina, y la vida no es
esclavitud, salvo que uno mismo la quiera vivir así. La fotografía es vida y se
permite el lujo de ejercer de investigador privado estudiando la sociedad y sus
curiosidades como fenómenos sociales y/o estéticos.
El
fotógrafo a nuestro entender esta destinado desde el principio a ser tan famoso
como ignorado en el mundo de la fotografía, todo dependerá de cómo desarrolle
su arte. En el caso de los fotógrafos callejeros o urbanos el plasmar los
detalles de una pared, los vagones del tren, las calles el entorno en
general y la gente que está en los
distintos escenarios, no es solo un gusto, es una necesidad, una obligación
como profesional de captar estas imágenes que se convierten en arte y además de
inmediato en un registro histórico de las modas, costumbres, fenómenos y demás
factores influyentes del escenario captado.
Catalina Schopf-Manuel Venegas
Todos los escritros y fotografías estan bajo registro propiedad intelectual 13 de Agosto 2015 nº 256200, Santiago de Chile
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